"Buscamos trabajar en dos líneas de acción", explicó Zelaya, "por un lado, poner al servicio de la comunidad el conocimiento generado por la universidad y establecer un diálogo constante con los territorios para abordar sus problemáticas. Por otro lado, buscamos romper barreras culturales que hace que jóvenes no vean la universidad como una posibilidad. Si bien la universidad no es arancelada, muchas veces está la creencia de que la universidad no es para uno", aseguró el funcionario.

Pablo Zelaya también destacó el crecimiento de la participación de la juventud en la universidad pública. Con más de 55.000 estudiantes inscriptos en la UNMDP, la institución se ha convertido en un medio de ascenso social para muchos jóvenes, incluyendo aquellos que son la primera generación de universitarios en sus familias.

“Para hacer que la universidad sea aún más accesible, se están desarrollando carreras más cortas, que permiten a los estudiantes completar su formación en 2 o 3 años en lugar de 5 o 7. Esta adaptación contribuye a que los jóvenes vean la universidad como una oportunidad y posibilidad real”, afirmó en este sentido.

Los Centros de Extensión trabajan en colaboración con diversas instituciones locales, abordando una amplia gama de temas, desde educación y salud hasta cuestiones ambientales. Zelaya mencionó un proyecto actual en el sudoeste, centrado en la apertura de calles y la urbanización, así como iniciativas similares en otros centros de extensión.

Finalmente, Zelaya compartió: "Se ha dado apertura al Centro de Extensión de Necochea, cosa que el actual rector de la universidad prometió al asumir. Hay muchos estudiantes de Necochea que vienen a estudiar a Mar del Plata. Nos parecía relevante que el Municipio contara con el centro de extensión allí, permitiendo a los estudiantes locales acceder a la educación superior, y tendiendo puentes de esta manera entre la juventud y la universidad", concluyó.