Querido diario. Te escribo para contarte que hoy estuve navegando en Internet. Webeando, como dicen los chicos de ahora (no puede ser, tengo 30 años y me siento una vieja), y descubrí NOVA, un portal que combina noticias, caricaturas, e historietas, y debo decir, aunque suene cursi, que a mí me atraen los libros de novelas de amor, y recién ahora le estoy tomando el gustito a la red.
Hay un personaje de ese portal, que me llamó la atención, porque es muy gracioso y simpático a la vez. Se llama Afanancio, y tal como su nombre lo indica en lunfardo, no puede parar de robar. Es como un vicio suyo, una necesidad. Pero cuando hay que elegir estar del lado de los buenos y de los malos, él opta por los primeros.
He conocido otros personajes que hacen daño al alma y al corazón, y son ladrones de sentimientos. Llamales Cupido, Eros, Amor, Obsesión, o Fracaso. Esos son los que te roban los sentimientos, y coartan la libertad de soñar con un cielo lleno de estrellas.
Afanancio es un ser divino, que si fuera de carne y hueso, hasta podría ser su amiga, y tratar de quitarle esa manía loca de andar robando por ahí. Me da ternurita. Yo podría ser como una especie de mascotita para él. O él para mí.
En cambio, querido diario, respecto de los ladrones que te quitan la posibilidad de ser feliz, a esos los quiero bien lejos. No me importa el nombre que lleven. Hasta pronto. En cualquier momento te escribo nuevamente. Besis. Chauchis.